Como relata la propia paciente en el vídeo, padecer síndrome de Arlequín conlleva una serie de complicaciones a las que hay que prestar especial atención y cuidado con el fin de evitar males mayores. Al producirse un crecimiento más rápido de lo habitual y un endurecimiento, en consecuencia, de la piel, las personas con esta enfermedad corren más riesgos de padecer infecciones cutáneas, así como dolor al moverse (especialmente en las articulaciones) por las grietas que se pueden llegar a formar en la piel.
Para aquellos pacientes que logren llegar a edad adulta es fundamental un tratamiento nutricional adecuado, ya que una deficiencia a este nivel puede afectar de manera directa a la cicatrización y, por lo tanto, a las infecciones cutáneas. Además si no se tratan estas complicaciones puede llegarse incluso a una sepsis o a un fallo renal.
Otras medidas recomendables ante personas que padezcan este síndrome serían evitar baños de larga duración y emplear jabones suaves y que no tengan hexaclorofeno por el alto riesgo de toxicidad que conlleva la ictiosis de Arlequín.
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