Hoy hablaremos de la miastenia gravis, que es una enfermedad de la unión neuromuscular, de etiología autoinmune y caracterizada por debilidad muscular variable, que aparece tras la realización de actividad física y que se recupera con el reposo. Únicamente se afecta la musculatura estriada o voluntaria, y no la musculatura involuntaria como la cardíaca o la intestinal.
Es caracterizada por grados variables de debilidad de los músculos esqueléticos (como ya dijimos, los voluntarios) del cuerpo. La denominación proviene del latín y el griego, y significa literalmente "debilidad muscular grave".
La característica principal de la miastenia gravis es una debilidad muscular que aumenta durante los periodos de actividad y disminuye después de los periodos de descanso. Ciertos músculos como los que controlan la actividad de los ojos y los párpados, la expresión facial, la masticación, el habla y la deglución, a menudo se ven afectados por este trastorno. Los músculos que controlan la respiración y los movimientos del cuello y de las extremidades también pueden verse afectados, pero por suerte, mas tardíamente.
Es una enfermedad poco frecuente y aunque puede aparecer a cualquier edad, suele empezar a manifestarse entre la segunda o la tercera década de la vida. En ocasiones, niños nacidos de madres no miasténicas presentan síntomas debido a defectos genéticos que afectan a la transmisión neuromuscular, y esto se conoce como miastenia congénita. Afecta predominantemente a las mujeres, sobre todo cuando se inicia por debajo de los 40 y no existe predominio racial.
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