Los principales signos clínicos son una baja estatura, piel seca y arrugada, calvicie prematura, canas en la infancia, ojos prominentes, cráneo de gran tamaño, venas craneales sobresalientes, ausencia de cejas y pestañas, nariz grande y aguileña, mentón retraído,problemas cardíacos, extremidades finas y esqueléticas, estrechamiento de las arterias coronarias, articulaciones grandes y rígidas, manchas en la piel semejantes a las de la vejez por mal metabolismo de la melanina, presencia de enfermedades degenerativas como la artitris o cataratas,falta de gametos sexuales, osteoporosis, arterosclerosis y muerte natural antes de los 18 años.
La progeria es una enfermedad del tipo que llamamos laminopatías, que son enfermedades genéticas debidas a mutaciones en el gen LMNA, que codifica para las laminas A y C, proteínas que componen la lámina nuclear, una estructura asociada internamente a la envoltura nuclear.
La progenia lleva a la ruptura del ensamblaje normal de la envoltura nuclear, la función nuclear y la funcionalidad de la lamina A; por la tanto la progeria es un desorden que tiene un efecto profundo en la integridad del tejido conectivo. Esto es crítico para el soporte nuclear y para la organización de la cromatina.
Las células presentan un núcleo con alteraciones estructurales así como defectos en la organización de la heterocromatina. Molecularmente presenta un defecto en el mecanismo que repara el ADN cuando se rompe la doble hélice.
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