Los síntomas de la insensibilidad congénita al dolor son:
-Incapacidad de sentir sensaciones de dolor: Las personas con esta condición pueden sentir la diferencia entre calor y frío o entre objetos puntiagudos o no pero no pueden detectar, por ejemplo, el dolor que se siente si una bebida caliente quema la lengua.
-Acumulación de heridas, huesos rotos y otros problemas de salud pueden pasar desapercibidos debidos a la falta de conciencia del dolor.
-Muchas personas con insensibilidad congénita al dolor también tienen una pérdida completa del sentido del olfato(anosmia).
La insensibilidad congénita al dolor se considera una forma de neuropatía periférica, ya que afecta el sistema nervioso periférico, que conecta el cerebro y la médula espinal a los músculos y a las células que detectan las sensaciones como el tacto, el olfato y el dolor.
El tratamiento es de apoyo. Es necesario estar atento para lesiones desapercibidas. Las revisiones periódicas por parte de especialistas en pedíatria, ortopedia, odontología, oftalmología y dermatología son recomendadas para ayudar a prevenir lesiones graves e iniciar un tratamiento precoz. Para prevención de las complicaciones secundarias son recomendados:
-Exámenes dentales regulares y la restricción de dulces para prevenir la caries dental.
-Cuidado de la piel con cremas hidratantes puede ayudar a prevenir el engrosamiento de la piel y el agrietamiento y el riesgo secundario de la infección.
-Cuidado de los ojos: Atención habitual para los ojos secos, prevención de la infección de la córnea, y la observación diaria de la superficie ocular.
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